El premio Príncipe de Asturias al Deporte concedido este año 2010 a la selección española de fútbol me parece populachero, de un chauvinismo exagerado y de autopromoción de los propios premios. Los objetivos primordiales de la Fundación, según reza en su introducción, son consolidar los vínculos existentes entre el Principado y el Príncipe de Asturias y contribuir a la exaltación y promoción de cuantos valores científicos, culturales y humanísticos son patrimonio universal, para lo que se crearon en 1981 los Premios Príncipe de Asturias, que se conceden en ocho categorías (Artes, Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Cooperación Internacional, Investigación Científica y Técnica, Letras, Deportes y Concordia) y S.A.R. el Príncipe de Asturias, D. Felipe de Borbón, entrega cada otoño en el Teatro Campoamor de Oviedo.
Según la normas de la Fundación el de deportes será concedido a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones que, además de la ejemplaridad de su vida y obra, haya conseguido nuevas metas en la lucha del hombre por superarse a sí mismo y contribuido con su esfuerzo, de manera extraordinaria, al perfeccionamiento, cultivo, promoción o difusión de los deportes. Ya me explicarán dónde encaja la seleción de fútbol en este enunciado:.
- ejemplaridad de su vida y obra (ingresos en tiempos de crisis)
- nuevas metas en la lucha del hombre para superarse a sí mismo (¿han superado una meta o han ganado un título de un deporte corrompido por el dinero, intrigas-"villaratos" o disputas de los medios de comunicación?)
- cultivo, promoción o difusión de los deportes (¿hay que promocionar más al fútbol?)
El acta del jurado es para mondarse de risa y hasta han olvidado una L en la web de la Fundación. Dice así:
a Selección ha tenido la virtud de crear una técnica y un estilo de juego, admirados mundialmente, y que se presentan en muchos países como pauta a seguir.
Desde el punto de vista social han logrado que todo el país vibrara con sus triunfos y los hiciera suyos.
Los jugadores y técnicos han dado ejemplo de ansias de superación, espíritu de equipo, sencillez y compromiso con los valores del deporte. Los éxitos futbolísticos han logrado en esta ocasión la máxima trascendencia popular, social y deportiva, tanto en España como fuera de ella.
Desde el punto de vista social han logrado que todo el país vibrara con sus triunfos y los hiciera suyos.
Los jugadores y técnicos han dado ejemplo de ansias de superación, espíritu de equipo, sencillez y compromiso con los valores del deporte. Los éxitos futbolísticos han logrado en esta ocasión la máxima trascendencia popular, social y deportiva, tanto en España como fuera de ella.
Yo prefiero otro tipo de personajes o de instituciones. Por ejemplo, a mí que me gustan las motos nunca se ha hecho justicia con deportistas carismáticos conocidos como Ángel Nieto o nunca se han escogido personas menos populares pero meritorias como mi paciente, ya crecidita, Laia Sanz. Ésos sí cumplen las normas y, como ellos, hay cientos de deportistas ejemplares.
Totalmente de acuerdo. Siempre llueve sobre mojado, y este premio deberia ser para aquellos que hacen algo destacable de forma ejemplar. Un grupo de millonarios jóvenes no creo que sea el mejor modelo que darle a nuestr@s hij@s.
ResponderEliminarA mi tampoco me gusta...
ResponderEliminarY me pregunto si dentro de 4 años vuelven a ganar el mundial, les volveran a dar el premio?
Pues igual que cuando se lo dieron a Alonso tras ganar un mundial antes incluso de dárselo a Schumacher, que tenía 7.
ResponderEliminarEl año pasado acertaron de pleno dándoselo a Yelena Isinbayeva, pero cada vez que un español hace algo se lo adjudican a toda prisa.
Y eso que me encanta el fútbol y disfruté como un enano con el título, pero echo de menos a gente como Phelps, Bolt o el propio Valentino Rossi.
De todos modos, ni siquiera los Nobel se libran de polémica con concesiones como la de este último año con Obama.